El Museo Benito Quinquela Martín del barrio de La Boca fue creado para homenajear al reconocido pintor y para revalorizar las expresiones culturales de esa zona de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, hace dos años, la entidad sufrió un hurto que tiene consecuencias hasta el día de hoy.
“En octubre de 2013, una artista plástico llamó al museo pidiendo información de una pieza que se ofrecía en Mercado Libre. Hubo varios llamados hasta que se especificó el pedido a través de un mail, con una foto de la pieza en cuestión. Vimos que se trataba de la máscara mortuoria de Quinquela que, hasta donde sabíamos, estaba en nuestra reserva técnica. Fuimos a verificar si la pieza estaba en su lugar y se descubrió el hurto. Se suponía que estaba bajo llave, en un lugar seguro y junto a otras piezas patrimoniales, pero solo faltaba la máscara”, recordó Víctor Fernández, actual director del museo y, en aquel entonces, curador del mismo.
Al constatar el faltante de la pieza, el museo consultó a Interpol y la fuerza internacional indicó hacer la denuncia inmediata, sin tomar contacto con la persona que la ofrecía, que era el artista plástico Ricardo Celma.
Así, se inició una causa judicial por hurto. Las autoridades del museo informaron que a la entidad no le interesaba “accionar contra una persona determinaba” sino “averiguar las razones por las cuales la máscara había salido y quién la había sacado de allí”. Dos años después, eso no ha podido ser determinado y la causa sigue abierta.
Finalmente, Celma restituyó la máscara a la Justicia, pero esta aún no fue entregada al museo por un tema de trámites. Primero, se pidió una pericia para confirmar que no fuera réplica y así se determinó que era la misma que no estaba el museo. “Ahora hay que hacer acción civil para pedir la restitución definitiva. Creemos que pronto volverá a su lugar”, dijo Fernández a “Resumiendo punto cuatro” en Radio Arinfo.
La máscara mortuoria era parte de rito funerario que hoy está en desuso. Muchas celebridades lo hacían. Se trataba de obtener la última imagen terrenal de la persona con piezas en bronce o yeso, como la de Quinquela.
“El museo tiene una colección de 1136 obras y se exhibe menos del 10%. Hay piezas que, por razones de conservación ya que pueden degradarse con mayor facilidad, se las prefiere tener en guarda. Ese era el caso de la máscara”, contó el actual director de la entidad.
En esa línea, agregó que la máscara tampoco estaba en exhibición ya que, él como curador, tenía recelo por “exhibir una pieza que pudiera llamar la atención más por convocar al morbo que por su valor en sí mismo”.
“La máscara tenía valor más documental y pertenecía al grupo de objetos de archivo, no de obras de arte. Preferimos mostrar al Quinquela en su vida y obra y evitar la última imagen del cadáver”, planteó.
En otro plano, Fernández anticipó desde los micrófonos de Radio Arinfo las próximas actividades que se realizarán en el museo. El 27 de junio será la tercera edición de la Fogata de San Juan. Habrá un espectáculo audiovisual importante con un mapping sobre el frente del museo, presentaciones musicales y teatrales. Actuarán Lito Vitale y Juan Carlos Baglietto, entre otros.
Ese día también se inaugurará la muestra de Eduardo Grossman, el gran fotógrafo de la Boca, que presentará retratos de artistas boquenses contemporáneos en sus talleres.
Finalmente, en agosto se celebrará el Día de La Boca con una gran barrileteada en conjunto con Casa Cuna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario