jueves, 30 de julio de 2015

El recuerdo de Ringo Bonavena

Oscar ‘Ringo’ Bonavena es una de las grandes figuras que ha dejado su legado en el deporte argentino. El boxeador, prematuramente fallecido a los 34 años, se convirtió, además, en un símbolo del barrio de Parque Patricios y del club Huracán.

“La de Bonavena fue la crónica de una muerte anunciada. En las cartas que previamente había mandado, presumía que podía tener algún problema. Lamentablemente, no tomó la decisión conveniente y sus hermanos luego se lamentaron de no haberlo ido a buscar (a Estados Unidos). El final era previsible en función del ambiente en que se había metido en la última etapa”, dijo el Ingeniero Manuel Vila, presidente del Foro de la Memoria de Parque Patricios, quien supo frecuentar a Ringo durante su juventud.

El vecino sostuvo que el boxeador “tenía un imán”, lo que lo convertía en “una atracción muy especial!, y que era la “representación del guapo” pero que, además, era “un chico grande”: “Al hermano le llamó la atención que cantara ‘pío, pío, pa’. Ringo en sus actitudes era un chico, pero tenía en claro cómo debía manejarse comercialmente. Tenía un sentido del marketing y de la auto-promoción completamente de avanzada para la época. Hacía su propia promoción de las peleas, aún con actitudes complicadas, como cuando lo hizo enojar a Cassius Clay, pero sabía que con eso generaba interés por ir a la pelea o por verla por TV”.

Respecto a los mejores momentos de Ringo arriba de un ring, recordó: “Los norteamericanos querían a un blanco campeón del mundo y él era la llamada ‘esperanza blanca’ para ello. Con Joe Frazier, en la primera pelea, lo tiró dos veces, pero luego la perdió. De la revancha salió muy lastimado. Pero la pelea que más sufrió fue con Jimmy Ellis, el sparring de Cassius Clay. De esa fue cuando vino más desfigurado”.

“Con Clay, en cambio, no sufrió tanto. Fue un solo golpe. Hasta pensamos que podía ganar porque fue al frente. Le hizo poner la rodilla en la lona justo en el round en que Clay dijo que lo iba a tirar. El tema es que Clay no le daba tiempo a levantarse. Hoy eso no sucede. Cuando llegó a la Argentina, preguntó “¿Guapeé?” Lo único que le interesaba era no quedar como un cobarde, haber sostenido la pelea aún en condiciones de apenas poder levantarse. Él iba al frente siempre”, recalcó el presidente del Foro para la Memoria en diálogo con“Resumiendo punto cuatro” por Radio Arinfo.

Vila aseguró que Bonavena se convirtió en ídolo tras vencer en una pelea al anterior referente, que era Gregorio ‘Goyo’ Peralta y lo recordó como un gran boxeador, aún en sus comienzos: “Habría las bolsas de arena por la mitad. Tenían que traer nuevas cada tres o cuatro días. Verlo era un gran espectáculo para nosotros”.

“Resaltaba por su físico, su forma de ser, su potencia. Tenía pie plano y problemas en las piernas, pero, aún con esas dificultades para desplazarse, había que aguantarlo arriba de un ring”, agregó.

Finalmente, Vila contó desde los micrófonos de Radio Arinfo que, aunque Ringo vivía cerca de la cancha de San Lorenzo, era muy fanático de Huracán y solía juntarse con Calos Babington y Héctor Veira. Otra de sus excentricidades era manejarse en un auto Mercedes Benz que le había comprado a Susana Giménez.

“Nadie pensaba que el final trágico de Ringo sería afuera de un ring”, finalizó el vecino de Parque Patricios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario