La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires ha puesto en marcha un proyecto de mapeo participativo en la Villa 21-24. Se trata de la creación de un mapa digital del barrio para cargar información importante, la cual podrá ser actualizada permanentemente.
El trabajo lo realizarán los alumnos de la escuela de educación media número 6, mientras que la Defensoría se encargará de la asistencia técnica. Los grupos de trabajo ya están conformados y, cuando vuelvan a clases, saldrán cuatro o cinco alumnos por cada uno, junto a un representante del organismo y con pecheras distintivas. Deberán sacar fotos, anotar y relevar información para construir el mapa. El trabajo durará cuatro meses y el objetivo es finalizarlo para diciembre.
“Es una forma de comunicar qué es lo que pasa en el territorio, con elementos que identifican desde su mirada y que quieren volcar al mapa. Los chicos relevan información como educación y cultura, dónde están escuelas, los jardines maternales, los clubes. También temas de salud y comunidad, gastronomía, lugares simbólicos o históricos, plazas, puntos de recolección de residuos, etcétera”, precisó la Arq. Bárbara Rossen, subsecretaría de derechos urbanos, medio ambiente y espacio público de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad.
La funcionaria anticipó que, una vez finalizado, el mapa será presentado en la Casa de la Cultura. También se presentará un proyecto de ley para que sea declarado de interés público por su rigurosidad técnica.
“Los chicos están sumamente involucrados. Relevar estas cuestiones nos permite detectar los aspectos positivos del lugar para potenciarlos una vez que se incorporen más elementos de urbanización e inclusión. También nos permite ver si hay que mejorar la conectividad, la iluminación, los desagües, las cloacas, el equipamiento, la infraestructura, entre otras cuestiones”, planteó Rossen en diálogo con “Resumiendo punto cuatro” por Radio Arinfo.
Ya existe un antecedente de este tipo de mapeo, realizado en la Villa 1-11-14 en 2014, a partir de una iniciativa de la parroquia del lugar. Los alumnos que lo hicieron compartirán sus experiencias con los de la 21-24.
“El mapa es importante porque no existe como tal. En los que mapas actuales, las villas figuran como terrenos vacíos y, en los sistemas digitales, como zona peligrosa. Pareciera que no ocurre nada bueno en esos lugares y se estigmatiza mucho desde las representaciones de mapas. Lo que queremos es, con los alumnos, poder recoger y confeccionar nueva mirada sobre estos lugares”, recalcó la integrante de la Defensoría, quien adelantó que una vez finalizado el relevamiento, el mapa se presentará en forma digital, con íconos seleccionados por los alumnos.
En esa línea, Rossen sostuvo en Radio Arinfo que “lo importante es que los vecinos cuenten con esta herramienta para saber dónde está el centro de salud, la farmacia, el comedor, la iglesia, etcétera. Estas instancias de encuentro, reflexión y de reconocer el territorio ayudan a la construcción de una continuidad de una manera participativa. Es una experiencia muy rica para todos”.
Finalmente, la funcionaria planteó que desde el organismo no se habla de ‘urbanización’ de las villas, sino de ‘inclusión socio-urbana’: “Es entender que el lugar ya tiene gente viviendo, con una forma de relacionarse. Lo que se hace es mejorar esas condiciones, reconociendo que ya existe una forma de vida. Urbanizar implica poner cosas en territorio vacío, cuando las villas ya están construidas y hay gente viviendo”.
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