Entre calles y pantallas

En un informe sobre las consecuencias del tránsito pesado en la zona sur de nuestra Ciudad, dialogamos con Alfredo Alberti, Presidente de la Asociación de Vecinos La Boca; quien nos contó la problemática que se genera en dicho barrio porteño producto del incumplimiento de la Ley Nacional de Tránsito.

Denunció los constantes accidentes de tránsito en la zona, muchas veces con camiones como protagonistas, ante la deficiente tarea de las fuerzas de seguridad apostadas a tal efecto, además de las consecuencias físicas en las viviendas y calles circundantes. El deterioro del pavimento por ser zona de terreno blando y las grietas que producen en paredes y cimientos traen dificultades a vecinos y consorcios y erogaciones varias para reparar los daños ocasionados.

Las promesas incumplidas sobre la instalación de playas de transferencias donde se operaría un cambio de vehículos de menor porte para la distribución de mercaderías, facilitaría la operación de carga y descarga y ordenaría el tránsito y nuevo impulso a zonas como por ejemplo Villa Soldati, donde existe un proyecto de la Legislatura que cuenta con el apoyo de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Carga.

Finalmente nos comentó su seguimiento de las tareas de saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo, y de la abandonada traza de la Avenida Pedro de Mendoza, temas prioritarios para la entidad vecinal.

Luego hablamos con Rocío Sánchez Andía, legisladora porteña por la Coalición Cívica, sobre la triste actualidad del Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken, sito en el barrio de Barracas, y el peligro que corren rollos de películas, vestuarios, afiches y otros elementos históricos que deambulan por las distintas mudanzas que viene sufriendo el Museo en los últimos años. 

Reveló también la marcha atrás que tuvo el Gobierno de la Ciudad sobre el traslado del mismo a la Usina de las Artes en La Boca, para alquilar un edificio cercano a su actual ubicación, en José Salmún Feijó al 500. Según la legisladora esto es una prueba más de las políticas de Mauricio Macri que atentan contra el patrimonio histórico, cultural y arquitectónico de nuestra Ciudad.